Architects
EstudiHac
Photography
David Zarzoso
Place
Ibiza, Spain
Parece un acertijo, pero no lo es. El neo-cañí es, el estilo que define la decoración de Estado Puro, una de las dos propuestas gastronómicas del chef Paco Roncero en el Hard Rock Hotel de Ibiza, hecha a medida por el atelier creativo valenciano EstudiHac. ¿Y en qué consiste lo neo-cañí? Pues en el uso de iconografías tan españolas como la pata de jamón, los faralaes o la peineta, pero pasadas por un tamiz actual. El rojo, símbolo también de lo cañí (capotes, claveles y hasta la misma bandera lo lucen), salpica prácticamente cada rincón, empezando por la gigantesca escultura de un pollo con pinta de cabreado hasta el mobiliario pasando por las cenefas y patrones de las baldosas hidráulicas que se inspiran en los azulejos andaluces, los separadores de ambientes e incluso ciertos elementos de la vajilla.
Pero no nos dejemos confundir por todo esto, porque el resultado no es ni mucho menos una caseta de la Feria de Abril. Aquí hay mucho diseño y una cuidada selección de materiales y texturas, llevada cabo por José Manuel Ferrero, a la cabeza de EstudiHac, para cada uno de los dos ambientes, “uno más canalla y de tapeo y otro más casual, en los que se juega con los materiales en estado puro, nunca mejor dicho”. Travertinos, mobiliario de madera y rattan y trabajos especiales realizados con roble y teca aportan un aire elegante y refinado al local. En el exterior, cuatro grandes olivos dominan el amplio patio, como alusión al trabajo de investigación que realiza Paco Roncero a partir del aceite de oliva, mientras la terraza, donde los sillones Fontal de Oscar Tusquets y la escultural butaca Tina de Benedetta Tagliabue se entremezclan con otras piezas de conocidas firmas, posee unas formidables vistas al mar y a los cotizados atardeceres ibicencos.
Architects
EstudiHac
Photography
David Zarzoso
Place
Ibiza, Spain
Parece un acertijo, pero no lo es. El neo-cañí es, el estilo que define la decoración de Estado Puro, una de las dos propuestas gastronómicas del chef Paco Roncero en el Hard Rock Hotel de Ibiza, hecha a medida por el atelier creativo valenciano EstudiHac. ¿Y en qué consiste lo neo-cañí? Pues en el uso de iconografías tan españolas como la pata de jamón, los faralaes o la peineta, pero pasadas por un tamiz actual. El rojo, símbolo también de lo cañí (capotes, claveles y hasta la misma bandera lo lucen), salpica prácticamente cada rincón, empezando por la gigantesca escultura de un pollo con pinta de cabreado hasta el mobiliario pasando por las cenefas y patrones de las baldosas hidráulicas que se inspiran en los azulejos andaluces, los separadores de ambientes e incluso ciertos elementos de la vajilla.
Pero no nos dejemos confundir por todo esto, porque el resultado no es ni mucho menos una caseta de la Feria de Abril. Aquí hay mucho diseño y una cuidada selección de materiales y texturas, llevada cabo por José Manuel Ferrero, a la cabeza de EstudiHac, para cada uno de los dos ambientes, “uno más canalla y de tapeo y otro más casual, en los que se juega con los materiales en estado puro, nunca mejor dicho”. Travertinos, mobiliario de madera y rattan y trabajos especiales realizados con roble y teca aportan un aire elegante y refinado al local. En el exterior, cuatro grandes olivos dominan el amplio patio, como alusión al trabajo de investigación que realiza Paco Roncero a partir del aceite de oliva, mientras la terraza, donde los sillones Fontal de Oscar Tusquets y la escultural butaca Tina de Benedetta Tagliabue se entremezclan con otras piezas de conocidas firmas, posee unas formidables vistas al mar y a los cotizados atardeceres ibicencos.