Project Design
Manolo Yllera
Photography
Manolo Yllera
Place
Madrid. Spain
¿Un restaurante ecológico que sirve carrillera de cerdo, arroz meloso o puchero? Pues claro, porque ser ecológico no es sinónimo de ser vegano ni consumir carne impide ser sostenible. Este es el punto de partida del colmado y restaurante Mama Campo, proyecto impulsado por Nacho Aparicio y David Yllera. “Aquí no hay tofu ni quínoa ni semillas raras”, afirma Aparicio porque en Mama Campo se venden productos locales y se cocinan platos típicos de la gastronomía española. Tradición y proximidad son, pues, sus dos premisas fundamentales. Mama Campo es un compendio de piezas de diseño y obras de arte, donde se ha cuidado con esmero hasta el último detalle. “Cada elemento decorativo es de algún diseñador. Nada está aquí porque sí y eso le otorga la personalidad que buscábamos. Tenemos sillas de Tusquets, Marteen Baas o Bouroullec, lámparas de Carlos Villoslada, Bocci o la Pet Lamp de Álvaro Catalán de Ocón, etc.”, explica Aparicio.
En total 40 creadores nacionales, entre los que se cuentan Pablo Limón, Pilar de Prada, Buenaventura, Entic Designs, La Casita de Margaux o Expormim, que aportó los sillones Fontal de Oscar Tusquets, pero también internacionales como Wow Studio, Dirk Van der Kooij o Tom Dixon. A esto hay que añadir pinceladas muy personales como convertir un rodillo en picaporte o forrar las neveras con restos de palets. Hasta la vajilla y los delantales son de firma. No escatimaron en nada, puesto que “queríamos dotar de presencia a la marca y que la gente se quitase el miedo a lo ecológico”. Por ello crearon un espacio luminoso, cálido y agradable, donde se respira el diseño y se palpa la artesanía. Un espacio donde no sólo se estimulan las papilas gustativas y el olfato, sino que también busca activar el placer estético y la conciencia ecológica con el fin de comunicar valores como la sostenibilidad o la importancia del reciclaje. Sin duda, un modelo de comercio ecológico diferente a los demás.
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Manolo Yllera
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Manolo Yllera
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Madrid. Spain
¿Un restaurante ecológico que sirve carrillera de cerdo, arroz meloso o puchero? Pues claro, porque ser ecológico no es sinónimo de ser vegano ni consumir carne impide ser sostenible. Este es el punto de partida del colmado y restaurante Mama Campo, proyecto impulsado por Nacho Aparicio y David Yllera. “Aquí no hay tofu ni quínoa ni semillas raras”, afirma Aparicio porque en Mama Campo se venden productos locales y se cocinan platos típicos de la gastronomía española. Tradición y proximidad son, pues, sus dos premisas fundamentales. Mama Campo es un compendio de piezas de diseño y obras de arte, donde se ha cuidado con esmero hasta el último detalle. “Cada elemento decorativo es de algún diseñador. Nada está aquí porque sí y eso le otorga la personalidad que buscábamos. Tenemos sillas de Tusquets, Marteen Baas o Bouroullec, lámparas de Carlos Villoslada, Bocci o la Pet Lamp de Álvaro Catalán de Ocón, etc.”, explica Aparicio.
En total 40 creadores nacionales, entre los que se cuentan Pablo Limón, Pilar de Prada, Buenaventura, Entic Designs, La Casita de Margaux o Expormim, que aportó los sillones Fontal de Oscar Tusquets, pero también internacionales como Wow Studio, Dirk Van der Kooij o Tom Dixon. A esto hay que añadir pinceladas muy personales como convertir un rodillo en picaporte o forrar las neveras con restos de palets. Hasta la vajilla y los delantales son de firma. No escatimaron en nada, puesto que “queríamos dotar de presencia a la marca y que la gente se quitase el miedo a lo ecológico”. Por ello crearon un espacio luminoso, cálido y agradable, donde se respira el diseño y se palpa la artesanía. Un espacio donde no sólo se estimulan las papilas gustativas y el olfato, sino que también busca activar el placer estético y la conciencia ecológica con el fin de comunicar valores como la sostenibilidad o la importancia del reciclaje. Sin duda, un modelo de comercio ecológico diferente a los demás.