project credits: Archimixstudio ©
Los columpios son más que mobiliario de jardín. Es cierto que se mueven como pez en el agua cuando los encontramos en el jardín o en un patio, ya sea colgados de la rama de un árbol, meciéndose sobre una piscina u ofreciendo refugio del sol abrasador bajo una frondosa pérgola o un porche sombreado. Sin embargo, son tan versátiles que pueden trasladarse fácilmente al interior, al vestíbulo, a un dormitorio o a un rincón acogedor del salón, una forma sencilla de revivir los recuerdos de esa alegría de vivir veraniega que tanto extrañamos en los inclementes días del invierno. Porque los columpios preservan la calidez, la diversión y la felicidad del dolce far niente.
project credits: Jaime Salva Architect ©
project credits: The design Agency ©
Otro rasgo de los columpios es su afabilidad. Por eso se adaptan tan bien a una gran variedad de ambientes más allá del hogar, por ejemplo, recepciones o salas de espera en hoteles, restaurantes, aeropuertos, centros de estética o clínicas dentales. Gracias a su simpatía, encanto y diseño contemporáneo, los columpios han trascendido las fronteras del hogar para conquistar el ámbito de la hostelería y los más diversos espacios públicos. Tanto dentro como fuera. Es una nueva era: el reino de los objetos polifacéticos y los espacios híbridos. Y los columpios constituyen su máximo exponente.
project credits: The design Agency ©
Inspirado en el juguetón reflejo de los rayos del sol en las olas del mar, el columpio Nautica cuenta una historia de diseño ambientada en el Mediterráneo. El actual columpio Nautica es una reedición de una pieza de los años 70. La nueva versión se confió a un por entonces joven estudio valenciano: MUT Design. Su peculiar manera de entender el diseño y su pasión por todo lo mediterráneo dieron como resultado esta fantástica pieza de mobiliario, un icono del diseño contemporáneo y, muy posiblemente, uno de nuestros más aclamados productos hasta la fecha. En el interior o en el exterior, la silueta caprichosa de Nautica es a los muebles lo que la talla única al vestido: no importa dónde se ubique, rápidamente hace suyo el lugar imbuyéndolo de la luz y la brisa del Mediterráneo.
project credits: Archimixstudio ©
Los columpios son más que mobiliario de jardín. Es cierto que se mueven como pez en el agua cuando los encontramos en el jardín o en un patio, ya sea colgados de la rama de un árbol, meciéndose sobre una piscina u ofreciendo refugio del sol abrasador bajo una frondosa pérgola o un porche sombreado. Sin embargo, son tan versátiles que pueden trasladarse fácilmente al interior, al vestíbulo, a un dormitorio o a un rincón acogedor del salón, una forma sencilla de revivir los recuerdos de esa alegría de vivir veraniega que tanto extrañamos en los inclementes días del invierno. Porque los columpios preservan la calidez, la diversión y la felicidad del dolce far niente.
project credits: Jaime Salva Architect ©
project credits: The design Agency ©
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Los columpios son más que mobiliario de jardín. Es cierto que se mueven como pez en el agua cuando los encontramos en el jardín o en un patio, ya sea colgados de la rama de un árbol, meciéndose sobre una piscina u ofreciendo refugio del sol abrasador bajo una frondosa pérgola o un porche sombreado. Sin embargo, son tan versátiles que pueden trasladarse fácilmente al interior, al vestíbulo, a un dormitorio o a un rincón acogedor del salón, una forma sencilla de revivir los recuerdos de esa alegría de vivir veraniega que tanto extrañamos en los inclementes días del invierno. Porque los columpios preservan la calidez, la diversión y la felicidad del dolce far niente.
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Los columpios son más que mobiliario de jardín. Es cierto que se mueven como pez en el agua cuando los encontramos en el jardín o en un patio, ya sea colgados de la rama de un árbol, meciéndose sobre una piscina u ofreciendo refugio del sol abrasador bajo una frondosa pérgola o un porche sombreado. Sin embargo, son tan versátiles que pueden trasladarse fácilmente al interior, al vestíbulo, a un dormitorio o a un rincón acogedor del salón, una forma sencilla de revivir los recuerdos de esa alegría de vivir veraniega que tanto extrañamos en los inclementes días del invierno. Porque los columpios preservan la calidez, la diversión y la felicidad del dolce far niente.
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Otro rasgo de los columpios es su afabilidad. Por eso se adaptan tan bien a una gran variedad de ambientes más allá del hogar, por ejemplo, recepciones o salas de espera en hoteles, restaurantes, aeropuertos, centros de estética o clínicas dentales. Gracias a su simpatía, encanto y diseño contemporáneo, los columpios han trascendido las fronteras del hogar para conquistar el ámbito de la hostelería y los más diversos espacios públicos. Tanto dentro como fuera. Es una nueva era: el reino de los objetos polifacéticos y los espacios híbridos. Y los columpios constituyen su máximo exponente.
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Inspirado en el juguetón reflejo de los rayos del sol en las olas del mar, el columpio Nautica cuenta una historia de diseño ambientada en el Mediterráneo. El actual columpio Nautica es una reedición de una pieza de los años 70. La nueva versión se confió a un por entonces joven estudio valenciano: MUT Design. Su peculiar manera de entender el diseño y su pasión por todo lo mediterráneo dieron como resultado esta fantástica pieza de mobiliario, un icono del diseño contemporáneo y, muy posiblemente, uno de nuestros más aclamados productos hasta la fecha. En el interior o en el exterior, la silueta caprichosa de Nautica es a los muebles lo que la talla única al vestido: no importa dónde se ubique, rápidamente hace suyo el lugar imbuyéndolo de la luz y la brisa del Mediterráneo.
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Los columpios son más que mobiliario de jardín. Es cierto que se mueven como pez en el agua cuando los encontramos en el jardín o en un patio, ya sea colgados de la rama de un árbol, meciéndose sobre una piscina u ofreciendo refugio del sol abrasador bajo una frondosa pérgola o un porche sombreado. Sin embargo, son tan versátiles que pueden trasladarse fácilmente al interior, al vestíbulo, a un dormitorio o a un rincón acogedor del salón, una forma sencilla de revivir los recuerdos de esa alegría de vivir veraniega que tanto extrañamos en los inclementes días del invierno. Porque los columpios preservan la calidez, la diversión y la felicidad del dolce far niente.
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Los columpios son más que mobiliario de jardín. Es cierto que se mueven como pez en el agua cuando los encontramos en el jardín o en un patio, ya sea colgados de la rama de un árbol, meciéndose sobre una piscina u ofreciendo refugio del sol abrasador bajo una frondosa pérgola o un porche sombreado. Sin embargo, son tan versátiles que pueden trasladarse fácilmente al interior, al vestíbulo, a un dormitorio o a un rincón acogedor del salón, una forma sencilla de revivir los recuerdos de esa alegría de vivir veraniega que tanto extrañamos en los inclementes días del invierno. Porque los columpios preservan la calidez, la diversión y la felicidad del dolce far niente.
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